Papusza



PAPUSZA  (Muñeca)  (1908-1987)
(primera poeta gitana editada)

No soy una poetisa. Soy una chica de debajo de los matorrales. Donde brilla la luna, donde hay un fuego lejano, donde  hay castañuelas, donde hay mujeres gitanas en la noche.   Papuszka                                                                                        
                       


Cierto día llegó a mis manos, por casualidad, un libro que comencé a leer con indiferencia pero que, inmediatamente, me atrapó. Sentí que  me estaba introduciendo en un mundo hasta ese momento desconocido por mí. Que estaba ante un misterio que debía develar.
Se trata  de la novela biográfica Zoli, escrita por el escritor irlandés Colum Mc Cann (Dublín, 1965). Según el periódico The Times: Una historia inolvidable muy bien escrita y documentada. Sus obras recibieron numerosas distinciones. Entre ellas se destaca: El Bailarín, biografía novelada de Rudolf Nureyev.

Bronislawa Wajs,  conocida también como Papusza (Zoli en la ficción), fue una poeta polaca y cantante, de etnia romaní. Nació en una familia de nómadas. En gran parte de sus escritos dejó una descripción de la vida gitana y expresó los sufrimientos de su pueblo durante la guerra.  Por ser una fuente de esperanza para los romaníes, por su amor por la vida y la naturaleza y su calidad poética fue incluida en 1962 en la Unión Polaca de Escritores. Sus obras fueron publicadas por Julian Tuwim, Jerzy Ficowsky y otros.  Sus poemas fueron traducidos a los idiomas alemán, inglés, francés, español, sueco e italiano.
En 2013 se estrenó una película basada en su vida, titulada Papusza, dirigida por Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krauze.
Fue una de las mujeres gitanas que más ha contribuido a la transmisión de su cultura  gracias a la literatura. Murió en la indiferencia y negada por los suyos por haber transgredido sus leyes.

Papusza creció en el seno de una familia originaria de la comunidad Polska Roma, el grupo nómada más numeroso en el este y norte de Polonia al inicio del siglo XX. Se ganaban la vida casi solo con su música. Tocaban arpas gigantes que trasladaban de un lugar a otro en sus carromatos. No permitían que se los fotografiase, por eso solamente quedan, de ellos, algunos dibujos.
Su padre murió cuando ella tenía cinco años y su madre se casó de nuevo con Jan Wajs, arpista. Su madre leía manos y adivinaba la buenaventura y Papusza aprendió de ella el oficio. Como esto no le resultó suficiente se las ingenió para aprender a leer y a escribir con la ayuda de unos niños que iban a la escuela que la fueron introduciendo en el alfabeto.
A los quince años la casaron con un hombre diez años mayor del que luego se separó. Luego se casó con el hermano del marido de su madre, Dionizy Wajs, de cuarenta y dos años. Wajs fue un músico que dirigía una orquesta itinerante y Papusza se integró rápidamente en el grupo y cantó canciones tradicionales. Al mismo tiempo, improvisaba poemas sobre el bosque y la naturaleza en general, epopeyas y canciones infantiles.  Como por ejemplo el que sigue:

CANCIÓN DE LOS BOSQUES
¡Ah, mis bosques!
No os cambio por nada
en este gran mundo blanco,
por nada, ni por oro
ni las piedras preciosas;
las piedras preciosas
hacen hermosos fuegos
y llenan los ojos de muchos hombres.
pero mis montañas de piedra
y cerca del agua de las rocas
me son más queridas que las deseadas piedras
que hacen hermosos fuego,
lucen como las piedras preciosas
que los ricos llevan en sus manos.
¡Ah!. ¡Mis bienamados bosques!
árboles que huelen a salud
¡Cuántos!
¡Cuántos chavorrillos gitanos habéis criado
como si fueran vuestros pequeños!
Si el viento mece el alma como si fuera una hoja,
el alma nada teme.
Los niños gitanos cantan,
aunque sufran, aunque estén hambrientos
saltan, juegan y bailan, como el bosque les
 ha enseñado.

Escribió todas sus creaciones en lengua romaní también denominada gitana. Dicha lengua está relacionada con las indoarias septentrionales, hablada por los gitanos en los cinco continentes, Por ser la lengua de un pueblo minoritario y, muchas veces, marginal, ha tenido poco reconocimiento legal.
Polonia fue el primer país ocupado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial y los gitanos fueron, al igual que los judíos, objeto de persecución. Por tal razón perdió a casi toda su familia, especialmente en 1943 durante un violento ataque a su campamento.
En 1949 Papusza conoce a Jerzy Ficowski, un joven poeta polaco que huía de la policía comunista que había ocupado Polonia después de la guerra. Este se refugió en el campamento gitano hasta 1951. Según él, de su estancia allí surgieron todos los males que debió padecer Papusza. Dijo: Papusza tuvo mala suerte de conocerme. Por mi culpa fue desterrada, aunque no era mi intención. El único crimen de Ficowsky fue traducir los escritos de Papusza al polaco y publicarlos. En 1950 una revista polaca publicó los escritos y a partir de ahí se inicia su reconocimiento y su desgracia.
Papusza relató las leyendas gitanas, los sueños y las esperanzas de su comunidad, pero también las penas y los problemas como el genocidio. En sus textos,además,  muestra los viajes y los vastos territorios recorridos. Habló de su cultura y  de sus tradiciones. Pero no escondió nada. Mostró también los puntos más negativos, como la pobreza, la dificultad de la vida nómada y tuvo una mirada crítica sobre su grupo de pertenencia.
Esto disgustó a las comunidades gitanas. Durante esa época, la sedentarización forzada operada por las autoridades comunistas fue brutal y Papusza fue vista como una traidora por haber compartido antiguos secretos. Acusada de traición, fue enjuiciada por un tribunal gitano y condenada al destierro. Esto la sumió en la culpa por haber perjudicado a su pueblo con sus poemas y, luego, a una profunda depresión por lo cual su marido la internó en un hospital psiquiátrico. Finalmente murió en la pobreza y sola en Inowroclaw el 8 de febrero de 1987.
Después de algunos años, su memoria y su obra fueron recuperadas por la comunidad gitana polaca que redescubrieron sus textos. Los mismos fueron aprobados por el IV Congreso Mundial Gitano en 1990.

Para terminar este trabajo voy a transcribir un fragmento de un poema que Colum Mc Cann publicó en su novela Zoli.



PUESTO QUE POR LOS HUESOS ROTOS BAJO LOS *HLINKAS, PODEMOS PRESAGIAR UN TIEMPO NUEVO  (1942-1943)

Qué afiladas piedras levantaron nuestras ruedas,
Qué altos cielos descansaron en la tierra.
Una dorada mañana el río cambió de rumbo
cuando dos uniformes aparecieron a nuestras espaldas.
Preguntamos por qué camino huir;
nos indicaron el más estrecho.

No vayas a buscar pan, padre de tez morena,
porque no encontrarás pan bajo las migas.

La primavera se extinguió en la esquina más lejana,
nuestra canción subió a las montañas
donde sonó en las cimas.
Y entonces volvió a ponerse el sombrero dos veces quitado.
Y llamamos a esta canción silencio
pero se convirtió en queja.

Algunos días íbamos en busca del cielo
pero, Señor, era un largo camino cuesta arriba.

Fuiste nuestro sustento, tierra de negros bosques.
Encontramos el sol en tus ramas,
cálido refugio en tus raíces,
una camisa, un sombrero, un cinto en tu musgo.
Ahora llueve y llueve a mares.
¿Quién puede secar nuestro negro suelo?

La hora de nuestra vida errante ha llegado
y pasado y llegado y pasado de nuevo.

Adentraron en el hielo nuestros carros
Y rodearon de hogueras el blanco lago,
los *hlinkas lanzaron gritos de entusiasmo
cuando la fría superficie comenzó a quebrarse.
Azuzamos a nuestros mejores caballos,
que resbalaban, ensangrentados, en la orilla.

¡Tierra mía, somos tus hijos,
refuerza la nieve, haz que siga helado!

Las mujeres se acercaron a las ventanas
para mirar el camino.
Arrojaron las cenizas del hogar
y algunas se alzaron con el viento.
Las aves más oscuras del invierno
Advirtieron a las otras que no las siguieran.

Cayó la nieve copiosa y blanca,
cubrió nuestras ruedas hasta los ejes.

Cuán voluble era el camino qué pisábamos,
el ramaje gris y desnudo.
Las luces centelleantes en las copas de los árboles
disuadían del regreso a otras luces.
Lo habíamos sido todo para el bosque
excepto enemigos y peligro.

Cuántas veces los árboles se arquearon
en nuestra larga y oscura marcha.

………………………………………………………………………………………………………...
El cielo es tan rojo como la mañana…
¡Todo es rojo en el horizonte, camarada!

Vieja madre romaní, no ocultes tus pendientes,
tus monedas, tus hijos, tus sueños,
ni siquiera dentro de tus dientes de oro.
Díselo al oscuro hermano del infierno:
cuando venga por nosotros
no se llevará a ninguno.

¿Quién ha dicho que tu voz será extraña
para quienes han surgido de ti?

Sol y luna y desgarrada luz de estrellas,
carro y gallinas, y tejón y cuchillo.
Quienes sufrieron a nuestro lado
han oído todos las penas.
Vosotros, que estabais tristes al oscurecer,
Seréis ahora felices al alba.

Puesto que por los huesos rotos
podemos presagiar un tiempo nuevo.

Cuando muramos y nos volvamos lluvia
estaremos cerca durante algún tiempo
antes de seguir cayendo
a la sombra del roble musgoso`
por donde hemos caminado
y llorado y caminado y errado.

                                               Bratislava, septiembre de 1957

*Hlinka:  Organización paramilitar, parte del Partido Popular Eslovaco fundada por Sano Mach.


Comentarios

  1. Maravillosa publicación, Michou, de esta poeta que desconocía y me deslumbró.
    Te felicito por tu nuevo blog. Me parece muy bueno..
    Besos de Irene Marks

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Irene. Gracias a esta poeta tuve la decisión de tener un blog para compartir estas cosas. Pienso enviarles nuevo material cada tres meses. Cariños.

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    2. Hermoso testimonio, Elsa. Sin duda diste con una historia que vale la pena ser conocida y difundida. Muchas gracias.

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